Bandida 004: Nadie es como parece

MIAMI / NOCHE





EN LA TERRAZA DEL CASINO…


Lucrecia corre por su vida y su libertad… Juan va tras ella con un arma en la mano.






-JUAN: ¡Detente Lucrecia!

-LUCRECIA (Corriendo): Noooooooooooooooooooooooo

-JUAN (Corriendo): Lucrecia…

-LUCRECIA (Llegando al final del balcón): No puede ser… y esto está muy alto…

-JUAN: Estás atrapada, Lucrecia… ¡No hay salida! … ¡Ya entrégate!

-LUCRECIA: Ya te dije que no he hecho nada, y que tampoco voy a salir de una cárcel para entrar a otra (Saltando)

-JUAN: Lucreciaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa


En cámara lenta vemos como Lucrecia cae ilesa al suelo.


-LUCRECIA (Corriendo): ¡No me dejaré atrapar!

-JUAN (Saltando de la terraza): ¡Voy por ti! (Cayendo encima de un auto en movimiento): ahhhhhh (Cayendo al suelo) arrrgggggg (Levantándose y siguiendo a Lucrecia)

-LUCRECIA (Corriendo): ¡Este tipo! (Mirando hacia atrás) ¡No se da por vencido!



INT. / HOSPITAL CENTRAL, HABITACION / NOCHE


Las enfermeras logran separar a Alberto de Mónica.





-MONICA (Sujetada por una enfermera): ¡Te estabas haciendo el enfermo! ¡Maldito!

-ALBERTO (En la cama): ¡Cállate! ¡Que tú no eres una santa! ¡Eres igual o peor de perversa que yo!

-MONICA: Hay por favor, el diablo hablándole a un demonio. ¡Qué hiciste con mi hija! ¿Por qué no aparece por ninguna parte?... ¡Dímelo!

-ALBERTO: ¡No lo sabrás nunca! ¿Me entiendes? ¡Nunca!

-MONICA: Escúchame bien, si algo le llega a pasar a mi hija te juro que te vas a arrepentir… ¡Te vas a arrepentir! (Se va)


Media hora después…



Lucrecia llega a un oscuro callejón, es muy de noche, ella se encuentra devastada por la situación que está pasando.


-LUCRECIA (Llorando): Estoy cansada… y no sé nada de mi familia, creí ver a Daniel, quizá solo haya sido un espejismo, y ahora ese tonto me persigue por todas partes.

-JUAN (Apareciendo sorpresivamente): ¿A quién llamas tonto? (Apuntándole con el arma)





-LUCRECIA: ¿Cómo me encontraste?

-JUAN: Solo seguí tu sudor asesino.

-LUCRECIA: Ya te he dicho de mil maneras que yo no he matado a nadie. ¡No he matado a nadie!

-JUAN: ¿Crees que voy a creerte por tu cara angelical? No ves que las apariencias engañan…

-LUCRECIA: Ese refrán no se puede aplicar todas las veces.

-JUAN: ¿Me estas insinuando que eres inocente?, ¿Un inocente huye?

-LUCRECIA: Huyo de ti… pienso que eres un maleante más de ese maldito burdel. Y tu recordándome a cada instante a tu tal hermana.

-JUAN: Soy policía, Lucrecia (Poniéndole las esposas) y estás arrestada por asesinato y suplantación.

-LUCRECIA: Esto tiene que ser una broma.

-JUAN (Acariciando el rostro de Lucrecia): Te juro que si no te parecieras tanto a mi hermana te besaría ahora mismo.

-LUCRECIA: ¡Atrevido! ¡No lo vuelva a intentar!

-JUAN: Ya no tienes como defenderte… tienes las manos atadas a las esposas (Besando a Lucrecia)

-LUCRECIA: Si se supone que me parezco a tu hermana… ¿Por qué me besas?

-JUAN (Tembloroso): No lo sé… ¡No lo sé!... ¡creo que me estoy enloqueciendo!

-LUCRECIA (Nerviosa): Pues vete bajando de la nube. (Tratando de resistir) No quiero nada contigo… y mucho menos con esto que me estás haciendo.

-JUAN: Yo tampoco quiero nada contigo… ¡Solo quiero llevarte a la cárcel! ¡Camina! (Obligando a Lucrecia a caminar)


EMPIEZA A LLOVER LEVEMENTE…


-LUCRECIA: Está lloviendo, debemos esperar que escampe.

-JUAN: Sea como sea llegaremos a la comisaria (llamando por celular) Fulgencio ¡Contesta!

-LUCRECIA: ¿Fulgencio? Jajajaj que nombre…

-JUAN: No te burles del nombre de mi hermano.

-LUCRECIA: ¿Cómo es que tú te llamas? Policía…

-JUAN: ¡Juan!... ¡Ya lo sabes!

-LUCRECIA: Pues, te diré policía… te llamare policía…


La lluvia se hace mucho más intensa…

-JUAN: Acampemos en esa carpa…

-LUCRECIA: Que cuento de carpa, no pienso caminar más.

-JUAN: La comisaría está muy lejos, y no veo taxis ni nada. ¡Es que corriste demasiado! Chica…

-LUCRECIA: Llévame a un hotel o donde sea…

-JUAN: ¿Estás loca?... escaparás.

-LUCRECIA: No lo haré, se supone que me estarás vigilando.




-JUAN: Okey, te quitaré las esposas… vamos a ese hotel… y ten cuidado con lo que haces pues tengo los ojos encima de ti.


Juan y Lucrecia se registran en un hotel para refugiarse de la lluvia, Juan planea llevar a Lucrecia a la cárcel tan pronto amanezca.


INT. / MANSION ALTAMIRANO / NOCHE



Chabela se sorprende al ver a Mónica bebiendo coñak en el estudio…





-CHABELA: ¿Señora Mónica?... No me di cuenta a qué hora llegó del hospital… El aguacero esta fuerte… ¿No?

-MONICA (Con la copa en la mano): Dile a mi hijo Daniel que venga, que quiero hablar con él.

-CHABELA: Pero señora… yo pensé que el joven Daniel y el niño Junior estaban con usted en el hospital. Ninguno de los dos está en casa.

-MONICA: ¡Que!... ¡que que!... pero si Daniel se vino hace tiempo y Junior ya debería estar dormido.

-CHABELA: Le repito que ninguno está en casa.


Mónica sube desesperadamente al segundo piso y entra a la habitación de Junior y ve que no está.


-MONICA (Llorando): No puede ser… ¡Ahora no veo a ninguno de mis hijos!, Primero Lucrecia, Luego Daniel y ahora Junior (Saliendo de la habitación de Junior) ¿Estas segura que no los has visto?... Chabela…

-CHABELA: No señora…

-MONICA (Acercándose a las escaleras): Creo que será mejor llamar a la policía.

-CHABELA (Ubicándose delante de Mónica): Creo que eso no será necesario.

-MONICA: ¿Por qué lo dices?

-CHABELA: Creo que llegó la hora de la verdad… (Empujando a Monica por las escaleras)

-MONICA (Rodando por las escaleras): aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh (Golpeándose fuerte mente la cabeza y Cayendo al suelo)

-CHABELA (Llamando por celular): ¿Señor Alberto?... ya hice el encarguito… está bien muertita en el suelo.

-ALBERTO: ¡Perfecto!... ahora si somos dueños de todo, y que buen golpe de suerte que ni Lucrecia ni Daniel ni Junior estén en casa (Risa Malvada)



INT. / NIGTH CLUB / MADRUGADA

El pequeño incendio ha sido apagado, está casi por amanecer. Ahora Leonardo teme que sus negocios se descubran pues en primer lugar Esmeralda ha escapado y puede contar todo o cuando se lleven a Lucrecia a la cárcel y ella cuente toda la verdad.




-LEONARDO: ¡Todo esto es por tu culpa! Samantha… ¡Si no le fueras mentido al maldito policía ese no estaría con semejante problema!

-SAMANTHA (Altiva): ¡No veo cual es el problema!... ¡Solamente estás preocupado por la zorra esa de Lucrecia! ¿Acaso tienes algo con ella?

-LEONARDO (Cacheteando a Samantha): ¡No trates de justificar tu error con intrigas e ironías!... ¿No ves que si el tal Juan atrapa a Lucrecia hay muchas posibilidades que se sepa la verdad? ¡De que ella no mató a la tal Paloma!... ¡Fuiste una estúpida al inventarte eso!...

-SAMANTHA: ¡No me pegues más!... ¡Que querías que hiciera!... ¡No voy a decir que soy la asesina de todas esas perras!

-LEONARDO: Escúchame muy bien, pedazo de loca descarrilada, no vas a atentar contra la vida de nadie más… ¿Me entiendes?... ¡Sabes perfectamente que el que mata aquí soy yo!

-SAMANTHA (Pensamiento: si me sigues molestando soy capaz de matarte a ti también)


-Suena el celular de Leonardo-


-LEONARDO (Contestando el celular): ¡Paco! ¿Dónde te has metido? ¡Te he llamado mil veces!





-PACO (Agitado): Lo siento señor, es que estuve cazando algunas ratas.

-LEONARDO: wow, eso significa que me tienes muy buenas noticias.

-PACO: Así es, estoy en una de sus bodegas aquí en el centro de Miami… le tengo a Esmeralda que trataba de escapar.

-LEONARDO: Osea que mis pensamientos eran cierto, que ella no se dirigía a su casa sino que quería escapar. ¿Cómo la encontraste?

-PACO: Por el chip.

-LEONARDO: Lo imagine. ¿Y qué pasó con Pamela y el tal muchacho?

-PACO: También los tengo aquí amarrados junto a Esmeralda.

-LEONARDO: ¿No los mataste?

-PACO: No, porque quizá a usted le interese que estén vivos, por lo menos a el muchacho.

-LEONARDO: ¿Ah sí?... ¿y eso por qué?

-PACO: Resulta que el muchacho ese, el tal Daniel, es hermano de su adorada Lucrecia.

-LEONARDO: ¿Qué?... osea que él también es un Altamirano. Vaya, eso me puede convenir mucho para obligar a Lucrecia a hacer lo que me venga en gana. Mira lo que vas a hacer, sigue vigilándolos hasta que te vuelva a llamar y te dé instrucciones (Colgando el teléfono)

-SAMANTHA: ¿Qué sucede?

-LEONARDO: Necesito saber que ha pasado con Juan y Lucrecia. ¿Tienes algún teléfono para comunicarme con ese policía?... para que me cuente que pasó, si la capturó o no.





-SAMANTHA: Si, en esta tarjeta (Entregándole la tarjeta) está el número de teléfono de Juan.

-LEONARDO (Marcando en su celular): Lo estoy llamando, aló... aló... ¿Juan?

-JUAN (Somnoliento): ¿Si?

-LEONARDO: Hola Juan, soy Leonardo… ¿Pudo atrapar a la bandida?

-JUAN: Está conmigo… no sé cómo explicarle… (Mirando como Lucrecia duerme como un ángel)

-LEONARDO: No comprendo… bueno… quiero entregarle algo…

-JUAN: ¿Entregarme algo?

-LEONARDO (Mintiendo): Si, son las pruebas contundentes para hundir a Lucrecia… las pruebas que demuestran que definitivamente ella mató a Paloma, y no solamente a ella sino a muchas más.

-SAMANTHA (Asombrada): ¿Qué haces?

-JUAN: Umm… mire, ya está por amanecer, si quiere llámeme mañana antes de las ocho llámeme antes que llegue a la comisaría con Lucrecia. (Colgando el teléfono)



Juan está en un sofá mientras ve dormir a Lucrecia en la cama.





-JUAN (Contemplando la belleza de Lucrecia): Tienes algo de parecido con mi hermana, pero tú eres mucho más hermosa. Me resulta increíble creer que eres una delincuente.



MIAMI – DIA
Son las 7:30 am.



EXT. / PLAYAS / DIA

Fulgencio y su equipo hacen el levantamiento de un cadáver.



-FULGENCIO (Cubriendo su nariz): ¡Empieza a oler feo este cadáver!





Un policía se acerca a Fulgencio dándole los papeles de datos personales que encontraron en el cadáver.


-FULGENCIO (Leyendo los papeles): Princesa Lombardi, ¿Qué le habrá pasado a esta desdichada?

Fulgencio se va y los encargados llevan a Princesa a la morgue.



Mientras tanto…

En el hotel…

Juan despierta y…



-JUAN (Asombrado): ¡No puede ser! ¡Esta tipa se escapó! (Saliendo de la habitación) ¿Dónde está?... ¿Cómo hizo para escaparse? (Saliendo del hotel) ¡Es astuta! (Mirando a Lucrecia corriendo en la calle) ¡Ya te viiiiiii!





-LUCRECIA (Corriendo): ahhhhhhhhhhhhhhh

-JUAN (Atrapando a Lucrecia): ¡Eres muy astuta!... ¡Pero no más que yo!

-LUCRECIA: ¡Escúchame Juan! ¡Estás en un error! ¡Yo no he matado a nadie! ¡Suéltame!

Suena el celular de Juan.

-JUAN (Contestando): Oh si señor Leonardo, Ya la tengo, pero venga rápido que ya voy a la comisaria con ella.
-LUCRECIA: ¡Juan! ¡Eres un estúpido! ¡Aquí el delincuente es Leonardo!


Media hora después…


Leonardo y Samantha llegan al lugar donde los citó Juan… es un callejón poco transitado.


-JUAN: Señor Leonardo… muéstreme pues las pruebas que demuestran que esta tipa mató a mi hermana.




-LEONARDO: ¡Solo quiero a Lucrecia! Te engañé. Ella no es la asesina, y como ahora me estorbas voy a matarte (Descargando cuatro disparos contra Juan)

-SAMANTHA : ¡Papá! ¡Qué haces!

-LUCRECIA (Sujetando a Juan): ¡Juaaaaaaaaaaaaan!

-LEONARDO: Vámonos Lucrecia, bienvenida a tu nueva vida… ¡Bandida!